INSPIRACION.

Sé que por algún lado tengo que empezar, no sé dónde, sólo que tengo que llegar hasta allí y abrir la puerta. Entonces fluirán las palabras, a borbotones, las emociones, saldrán sin más. Y ya no habrán peros que valgan, ni carencias de tiempo, ni bolígrafos sin tinta, ni siquiera oscuridad. Sólo tengo que empezar a caminar, garabatear, balbucear un par de líneas, como ahora, aunque no tengan sentido, aunque sean sólo delirios... sé que, si me pongo, llegaré a esa montaña. Ya casi la veo; el aire es puro, la hierba esmeralda, el riachuelo violento, y el calor abrasador.